El nivel de actividad física desciende con la edad, eso es especialmente significativo después de los 65 años.

El ejercicio mejora las cifras de tensión arterial, disminuye el riesgo de cardiopatías isquémicas y mejora el perfil lipídico. La incidencia de diabetes mellitus tipo 2 está disminuida entre aquellas personas que realizan ejercicio físico de forma regular. Ayuda también a la densidad ósea con una disminución en el riesgo de sufrir caídas y del dolor a los procesos osteoarticulares

¿En qué consisten nuestros programas de ejercicios?

Muchos de ellos los realizamos en el domicilio del paciente por problemas de movilidad. Además, hacemos partícipe a los familiares o cuidadores.

Nuestros objetivos son mantener activos a los pacientes de la tercera edad para mejorar su calidad de vida. Si mejoran su movilidad, su capacidad aeróbica, equilibrio y la fuerza mejoran su autoestima, su confianza y su estado de ánimo además de su autonomía.

Trabajamos con pacientes de diferentes edades y diferentes aptitudes físicas y con todos ellos conseguimos mantener o mejorar sus cualidades.

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